Tuesday, November 20, 2007

Informe de Rosario Ibarra a la CND sobre la situación de los derechos humanos en México

*INFORME DE LA SENADORA ROSARIO IBARRA A LA CONVENCIÓN NACIONAL
DEMOCRÁTICA (CND) SOBRE LA SITUACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS EN MÉXICO
EL DOMINGO 18 DE NOVIEMBRE DE 2007 EN EL ZÓCALO DE LA CIUDAD DE MÉXICO**

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Compañeros y compañeras:

El gobierno usurpador está haciendo terrible daño en todos los terrenos
de la vida del pueblo mexicano. Ya se han explicado las consecuencias en
lo económico y en lo social, pero como se trata de un gobierno sin
legitimidad, que además quiere imponer una política antipopular, ha
abierto un curso de represión y violación de derechos humanos muy
grave. Un curso de enorme peligro al que, además, hay que frenar para
continuar en mejores condiciones con nuestra lucha en defensa del
gobierno legítimo que encabeza Andrés Manuel López Obrador.

Este curso se expresa en varios puntos que ahora resumo:

*La militarizació
n del país.* Ante la falta de legitimidad, el usurpador
saca a los soldados de los cuarteles para darles tareas de policías con
el pretexto de la guerra al narcotráfico. Al imponer la presencia del
ejército en todas partes, busca acostumbrar a la población a su nuevo
papel e intimidar la protesta social. Con la presencia del Ejército se
solapan las violaciones a derechos humanos cometidas por militares como
lo muestran los casos de Zongolica, los asesinatos en Sinaloa y
Michoacán y las violaciones y humillaciones sexuales como en Castaños,
Coahuila y de nuevo en Zongolica con la agresión a la señora Ernestina
que continúa el maltrato a mujeres indígenas que ya habíamos visto en
Chiapas y otros estados. Por eso hemos reclamado insistentemente en el
Congreso que se elimine el llamado fuero de guerra.

.

*La generalizació
n de nuevas formas de tortura que incluye violaciones y
humillaciones sexuales* a mujeres y hombres que son hechos presos como
vimos en Atenco y en Oaxaca. No se trata de perversiones de policías o
soldados como casos individuales, sino de una política en que se ofrece,
en cada represión, el cuerpo de las mujeres como botín de guerra, como
hacen ejércitos de ocupación en otras partes del mundo. Este trato
violatorio de los derechos de los presos políticos incluye el regreso a
la práctica porfiriana del traslado de estos a cárceles lejanas que
dificulten su defensa, como lo vimos en Oaxaca.

* *

*Hay un incesante crecimiento del número de presos políticos.* Se dice
que hay ahora más presos políticos que en años terribles como el de
1969, inmediatamente después de la represión al movimiento del 68.
Requerimos la ayuda de todos para completar un censo confiable del
número de presos políticos y su situación en todo el país.

* Regresa amenazante la práctica de la desaparición forzada de
personas.* En todos estos años no ha dejado de haber desaparecidos
políticos y sigue sin hacerse justicia en cuanto al saldo mayor de
desaparecidos de los años 70 y 80, pero en los últimos meses vemos la
tendencia de volver a hacerlo, como una política general. Muestra de
ello son las denuncias del EPR de la desaparición de dos de sus
militantes desde hace meses o la desaparición de Francisco Paredes Ruiz
en Morelia, Michoacán, a fines de septiembre.

*Hay un intento de legalizar lo ilegal*. Así como en Estados Unidos
buscan justificar la tortura en Guantánamo o en Abu Grahib con reformas
legales, en México los traidores a la patria también quieren restringir
derechos. En abril pasado aprobaron lo que se conoce como ley contra el
terrorismo, copia del /Patriot Act/ de Estados Unidos, que apunta a
criminalizar la protesta social. Ahora mismo está a debate la llamada
reforma judicial propuesta por el usurpador, con la que se que busca
legalizar la intercepción telefónica, cateos y detenciones sin órdenes
judiciales para ello y otras reformas que desconozcan derechos
conquistados por el pueblo mexicano, incluido limitar el derecho de
manifestación.

*Hay ataques también a los defensores de derechos humanos*. Es decir, la
represión no se limita ahora a los activistas, luchadores sociales o
militantes de oposición o aquellos a los que las autoridades suponen que
lo son, sino que también atacan ahora a defensores de derechos humanos y
a los abogados de los presos, limitándoles sus derechos.

La subordinación a la política de Estados Unidos por parte del gobierno
usurpador también lleva a permitir *la intromisión y actuación de
fuerzas armadas y policíacas extranjeras* en México, como se ha
denunciado con motivo de la Iniciativa Mérida, el diseño un Plan México
similar al Plan Colombia e incluso la actuación de agentes colombianos
en suelo mexicano.

Como consecuencia lógica de todo lo anterior *se mantiene la impunidad*
en crímenes políticos cometidos no sólo por el gobierno usurpador, sino
por los crímenes pasados del priíato y que la derecha demagógicamente
dijo que resolvería. Sigue la impunidad en cuanto al 2 de octubre, al 10
de junio, los desaparecidos de los 70 y 80, Acteal, El Charco, Aguas
Blancas, el Bosque y muchos más casos de antes y ahora.

Ante la gravedad de esta situación es que propusimos volver a crear un
Frente Nacional Contra la Represión (FNCR), como hicimos a fines de los
70. Así, el pasado 2 de octubre formalizamos con el apoyo de más de 100
organizaciones, entre ellas de la Coordinación de la Convención Nacional
Democrática, el FNCR. Estamos convencidos de que la posibilidad de poner
un alto a la represión y violación a los derechos humanos depende de que
logremos la unidad más amplia de todas las fuerzas sociales y políticas
interesadas y evitar que cada quien siga luchando por separado por sus
presos y en contra de la represión. Por lo menos eso nos dice la
experiencia histórica si recordamos que a fines de los años 70
conseguimos así una amnistía para más de mil 500 presos, la libertad de
148 desaparecidos, la cancelación dos mil de órdenes de aprehensión y el
regreso de los exiliados.

La necesidad de que nos unamos contra la represión es evidente Hay que
decir, que. el Frente Nacional Contra la Represión no pretende sustituir
o suplantar a ninguna de las organizaciones existentes o espacios de
coordinación; es la unificación en torno a objetivos muy precisos por la
defensa de derechos humanos, que respeta la autonomía y práctica de
todas las organizaciones integrantes, que no pretende tener una
representació
n formal única o comité de comités, ni un código o estatuto
de una nueva organización. Es un frente necesario de muchos que somos
diferentes, pero que nos une la defensa de los derechos humanos y la
lucha contra la represión. Por eso necesitamos que la fuerza de la
Convención Nacional Democrática se integre ahí y respalde también los
esfuerzos del Frente Nacional Contra la Represión.

Lo hacemos con el criterio de que los presos y desaparecidos de otros
compañeros son también nuestros presos y desaparecidos. No hacemos
exclusiones ni tenemos criterios sectarios que expresen que sólo
luchamos por nuestros presos o hacemos un frente exclusivo de una fuerza
política. Por lo mismo el compromiso del FNCR es luchar contra toda
forma de represión, venga de donde venga, de cualquier nivel de gobierno
o de cualquier color político. Así como nos hemos manifestado contra la
PFP en Atenco o Oaxaca, contra el usurpador disfrazado ridículamente de
militar, contra criminales como Luis Echeverría Álvarez, Ulises Ruiz,
Peña Nieto o Mario Marín, lo hemos hecho también contra gobiernos como
el de Chiapas o el de Zeferino Torreblanca en Guerrero, que ha reprimido
a los estudiantes de Ayotzinapa y a los opositores a la presa en La
Parota. Nuestro compromiso indeclinable es defender los derechos humanos.

Por eso discutimos ya sobre la conveniencia de impulsar una amnistía
general. En varios casos de presos políticos se han agotado las
instancias legales en el reclamo de su libertad y la amnistía parece ser
la única forma institucional para lograr su liberación. Son los casos,
por ejemplo, de los Hermanos Cerezo o de las brutales sentencias a 67
años de cárcel para Ignacio del Valle y sus dos compañeros de Atenco. La
amnistía no es un perdón ni el reconocimiento por parte de los presos de
nada indigno, sino la respuesta política posible al reclamo justo de
libertad a los presos políticos. No es simplemente una acción
legislativa, sino que implicaría básicamente una campaña y lucha políticas.

Al final de esta asamblea se someterá a votación la propuesta de defensa
de los derechos humanos y el apoyo a los trabajos del Frente Nacional
Contra la Represión. Hay tareas inmediatas que realizar y preparar. La
próxima semana, el 25 de noviembre, se cumplirá un año de la brutal
represión contra la APPO y además de la gran movilización que se
realizará allá, celebraremos la segunda asamblea nacional del Frente
Nacional Contra la Represión en Oaxaca. Resolveremos ahí el nuevo plan
de acción del frente y sobre todo preparar la gran movilización del 10
de diciembre, día universal de los derechos humanos, así como la tercera
asamblea nacional en la Ciudad de México.

Estoy convencida de que, con el apoyo de la Convención Nacional
Democrática y del Presidente Legítimo de México, Andrés Manuel López
Obrador, la lucha contra la represión y por el respeto a los derechos
humanos, alcanzará un nivel superior y serán más fuertes los gritos que
llamen a la movilización contra la represión y la libertad para los
desaparecidos y los presos políticos.

Muchas gracias,

Rosario
Ibarra

*Rosario Ibarra presentó este informe en la magna asamblea de la
Convención Nacional Democrática (CND) celebrada hoy 18 de noviembre en
el Zócalo de la Ciudad de México. La intervención de Rosario Ibarra
fundamentaba las propuestas que sobre la situación de derechos humanos,
incluido el apoyo al FNCR, se votarían favorablemente en la CND. Después
de votar las propuestas de resolución, Andrés Manuel López Obrtador
(AMLO) presentó su informe general a un año de haber sido declarado
Presidente Legítimo de México por la propia CND.

Rosario Ibarra actualmente es Senadora de la República, cargo para el
cual fue electa como candidata de la Coalición que constituyeron los
partidos que apoyaron también la candidatura presidencial de AMLO para
la elección del 2006: Partido de la Revolución Democrática (PRD),
Partido del Trabajo (PT) y Convergencia.

Rosario Ibarra, dirigente del Comité "Eureka" de familiares de
desaparecidos y promotora del FNCR es la primera mujer que ha sido
candidata presidencial en México cuando fue postulada para este cargo
por el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) en 1982. Fue
candidata presidencial del PRT nuevamente en 1988 y diputada federal del
PRT en 1985. Actualmente es Presidenta de la Comisión de Derechos
Humanos del Senado.




Contributed by:
Erik Toren

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